Puede que estés planteándote estudiar una ingeniería o
puede que ni te lo plantees debido a que has oído hablar a mucha gente que es
muy difícil. Bien, ahora déjame decirte unas cosas:
La primera, puede que a lo largo de toda tu educación
hayas sacado malas notas, o eras de los que aprobaban todo el ultimo día en la última
recuperación posible. Puede que siempre hayas tenido el pensamiento de querer
ser ingeniero de mayor, de ser quien haga el puente sobre el que pasas todos
los días, de ser la persona que se encarga de los programas informáticos, de
ser la persona que protege los sistemas informáticos contra hackers, de ser la persona
encargada de hacer un túnel, de poner explosivos en una mina … y puede que
siempre hayas acabado de pensar igual “quiero ser la persona encargada de hacer…
pero siendo realista no valgo para esto”. Si es así estas de enhorabuena, ya
que las personas no se clasifican según sus notas, claro que ayuda sacar buenas
notas, pero lo más importante son las ganas y el esfuerzo que estés dispuesto a
dar por ser la persona que de pequeño o de adolescente querías ser.
Lo segundo, no hagas caso a las personas que intenten
decirte que no vales para eso o que eso no es lo tuyo o que nunca llegaras a
ser ingeniero. No mires atrás y da el paso de enfrentarte a lo que deseas
hacer.
Y, por último, si has dado el paso de meterte a una ingeniería
date por satisfecho ya que muchas personas ni llegan a dar ese paso que tú ya
has dado. Ahora hay algo que debes saber, te caerás muchas veces, te frustraras
muchas veces, lloraras por desesperación, no entenderás porque sacaste un 4,9
cuando estudiaste más que en toda tu vida por un examen, pero no olvides levantarte
y pensar que cuando acabes te sentirás orgulloso de ser ingeniero, de ser
licenciado de quizás una de las carreras más difíciles que hay y todo porque
nunca dejaste de levantarte. Si quieres ser ingeniero, nunca digas no puedo, inténtalo
porque ningún ingeniero se hace ingeniero sin al menos intentarlo.
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